Ramona Figuera arribo a 107 años de edad
Sociedad - Venezuela
Jueves, 16 de Enero de 2014 2:55:22 p.m.

Jueves, 16 de Enero de 2014 2:55:22 p.m.
Ramona Figuera arribó a 107 años de edad

Ramona Figuera celebró con orgullo sus 107 años de vida Fotos: Ángel García
Ramona Figuera ayer celebró su cumpleaños número 107. Aún tiene la fuerza para caminar con la ayuda de su familia, no registra ninguna patología y puede hablar con extraordinaria claridad.
Nuevaprensa.com.ve.- Ataviada en un hermoso vestido fucsia con flores azules, la dama se mantuvo sentada durante toda la entrevista, alerta de lo que se hablaba a su alrededor. Para sus familiares, es un regalo de Dios el poder tenerla todavía entre ellos.
De tantos recuerdos que llegan a su mente, el más significativo es cómo pudo sacar a sus cinco hijas adelante. Dedicada completamente a la agricultura, cosechaba los alimentos que eran el sustento de su hogar. Oriunda de San José del Ñato (sur del estado Monagas), se ganó el respeto y la admiración de todos sus vecinos.
Mujer de temple
Hoy día con su documento de identidad, Ramona Figuera demuestra que nació en 1907. Desde muy pequeña quedó huérfana de padre y madre, así que tuvo que madurar con rapidez para cuidar de sus tres hermanitos. Disciplina y constancia fueron los valores que la identificaron a partir de allí.
Años después de dos infructuosas relaciones nacieron Lorenza, María, Ramona, Olimpia y Carlina; sus cinco primeras descendientes. Actualmente, su árbol genealógico lo conforman casi 170 personas, incluyendo la figura del chozno (hijo del tataranieto).
“Trabajé al revés y al derecho. No le quité bocado de comida a nadie y a pesar de eso mis hijas no pasaron hambre, eran gorditas y bien vestidas”. La longeva mujer hizo alusión al próspero conuco en el que sembró una variada gama de hortalizas, y también, al perro cazador que le proporcionaba una que otra proteína animal.
De cara al tigre
Carlina dijo que su madre a veces repite las historias con mucha frecuencia, pero que nunca la cohíben de hacerlo porque es una anciana interesante. Una de esas es la experiencia que tuvo con un tigre.
“Eran las dos de la tarde y yo fui hacia el río. Cuando vi estaba ese señor (el tigre) sentado de espalda a mi. Traté de hacer silencio pero él se dio cuenta. Nos vimos cara a cara. Creo que el no demostrar miedo fue lo que me salvó (...). Al rato llegaron los campesinos con sus rifles pero el animal logró escapar”, recuerda doña Ramona.
Aunque no determina la época ni la edad que tenía cuando ocurrió ese acontecimiento, repitió con suma seguridad la hora en que sucedió. Toda su narración se entendió claramente, y con grandes detalles que demuestran la lucidez de su memoria.
Consejo invaluable
La dama centenaria atribuye su longevidad a la buena y sana alimentación. De hecho, recomienda a la juventud “comer bien” para durar bastante. Hasta hace apenas dos años atrás, el almuerzo lo amenizaba con un resuelto plato de sopa. Ahora, un poco más “descarrilada”, le encanta cenar empanadas y al mediodía aprueba consumir alimentos como arroz y pasta. Pero desde siempre, le ha encantado desayunar a base de lácteos.
Mencionó que su único vicio es “mascar tabaco”. Empezó a hacerlo desde muy temprana edad, dedicando incluso una porción de su terreno a la cosecha del mismo. No hubo manera de quitárselo, pues forma parte de su vida.
Para Ciudad Guayana se mudó a los 90 años. Su hija Carlina se la llevó para su casa en la calle Leoni del sector Raúl Leoni en San Félix. Tras una caída y una fractura de cadera, no puede “echar un pie” como en los buenos tiempos. Sin embargo, a su actual edad sus familiares indicaron que no padece de ninguna enfermedad y que su cuadro clínico solamente registra un envejecimiento coronario.
El buen humor igualmente es característico de su extraordinaria personalidad. Con sus nietas y bisnietas mantiene una estrecha relación cargada de chistes, risas y mucha picardía.
Los datos
167 descendientes (nietos, bisnietos y tataranietos)
1 chozno con apenas un añito de nacido
17 años viviendo en San Félix
107 años desayunando a base de lácteos.
Familiares manifestaron que la mujer “es toda una reliquia”
Seguir a @dinamismodigita
¿Qué opina de esta noticia?
De tantos recuerdos que llegan a su mente, el más significativo es cómo pudo sacar a sus cinco hijas adelante. Dedicada completamente a la agricultura, cosechaba los alimentos que eran el sustento de su hogar. Oriunda de San José del Ñato (sur del estado Monagas), se ganó el respeto y la admiración de todos sus vecinos.
Mujer de temple
Hoy día con su documento de identidad, Ramona Figuera demuestra que nació en 1907. Desde muy pequeña quedó huérfana de padre y madre, así que tuvo que madurar con rapidez para cuidar de sus tres hermanitos. Disciplina y constancia fueron los valores que la identificaron a partir de allí.
Años después de dos infructuosas relaciones nacieron Lorenza, María, Ramona, Olimpia y Carlina; sus cinco primeras descendientes. Actualmente, su árbol genealógico lo conforman casi 170 personas, incluyendo la figura del chozno (hijo del tataranieto).
“Trabajé al revés y al derecho. No le quité bocado de comida a nadie y a pesar de eso mis hijas no pasaron hambre, eran gorditas y bien vestidas”. La longeva mujer hizo alusión al próspero conuco en el que sembró una variada gama de hortalizas, y también, al perro cazador que le proporcionaba una que otra proteína animal.
De cara al tigre
Carlina dijo que su madre a veces repite las historias con mucha frecuencia, pero que nunca la cohíben de hacerlo porque es una anciana interesante. Una de esas es la experiencia que tuvo con un tigre.
“Eran las dos de la tarde y yo fui hacia el río. Cuando vi estaba ese señor (el tigre) sentado de espalda a mi. Traté de hacer silencio pero él se dio cuenta. Nos vimos cara a cara. Creo que el no demostrar miedo fue lo que me salvó (...). Al rato llegaron los campesinos con sus rifles pero el animal logró escapar”, recuerda doña Ramona.
Aunque no determina la época ni la edad que tenía cuando ocurrió ese acontecimiento, repitió con suma seguridad la hora en que sucedió. Toda su narración se entendió claramente, y con grandes detalles que demuestran la lucidez de su memoria.
Consejo invaluable
La dama centenaria atribuye su longevidad a la buena y sana alimentación. De hecho, recomienda a la juventud “comer bien” para durar bastante. Hasta hace apenas dos años atrás, el almuerzo lo amenizaba con un resuelto plato de sopa. Ahora, un poco más “descarrilada”, le encanta cenar empanadas y al mediodía aprueba consumir alimentos como arroz y pasta. Pero desde siempre, le ha encantado desayunar a base de lácteos.
Mencionó que su único vicio es “mascar tabaco”. Empezó a hacerlo desde muy temprana edad, dedicando incluso una porción de su terreno a la cosecha del mismo. No hubo manera de quitárselo, pues forma parte de su vida.
Para Ciudad Guayana se mudó a los 90 años. Su hija Carlina se la llevó para su casa en la calle Leoni del sector Raúl Leoni en San Félix. Tras una caída y una fractura de cadera, no puede “echar un pie” como en los buenos tiempos. Sin embargo, a su actual edad sus familiares indicaron que no padece de ninguna enfermedad y que su cuadro clínico solamente registra un envejecimiento coronario.
El buen humor igualmente es característico de su extraordinaria personalidad. Con sus nietas y bisnietas mantiene una estrecha relación cargada de chistes, risas y mucha picardía.
Los datos
167 descendientes (nietos, bisnietos y tataranietos)
1 chozno con apenas un añito de nacido
17 años viviendo en San Félix
107 años desayunando a base de lácteos.
Familiares manifestaron que la mujer “es toda una reliquia”

Seguir a @dinamismodigita
¿Qué opina de esta noticia?