Para beneficiarse del aumento del precio del precioso metal
Venezuela vendió cuatro toneladas de sus reservas internacionales en oro para beneficiarse del aumento del precio del metal y “generar ganancia” para el Estado, dijo el presidente del Banco Central (BCV), Nelson Merentes, en una entrevista publicada este viernes.
AFP.- “Vendimos cuatro toneladas de oro monetario, que lo estamos sustituyendo por el oro que estamos refinando en Guayana (estado Bolívar, sureste)”, dijo Merentes en entrevista con el diario El Nacional, sin precisar la fecha en la que se hizo la venta.
“La operación se hace para aprovechar el alza del precio del metal y generar ganancia”, añadió el responsable, explicando que el Estado realiza este tipo de ventas desde 2009.
Según el precio actual de la onza de oro en el mercado internacional, esas cuatro toneladas equivaldrían a unos 240 millones de dólares.
Merentes indicó que dos de las cuatro toneladas de oro ya se han repuesto a las reservas monetarias gracias a la extracción y refinación del metal en el país, el decimoquinto en el mundo con más reservas auríferas. Además previó que para el cierre de “ejercicio fiscal” de 2012, “tendremos todo (el oro) recuperado”.
El directivo explicó que Venezuela tenía acumuladas 366 toneladas de oro hasta finales de julio, nueve de las cuales se reunieron en los últimos tres años, y descartó que la venta se hiciera para compensar una caída en las reservas operativas, que el Estado prevé se ubiquen entre 2.000 y 5.000 millones de dólares.
Según el economista José Guerra, el gobierno habría vendido el oro porque “no tiene liquidez, entonces aprovecha los precios altos para vender y así pagar las importaciones, que han crecido tanto que no hay manera de sostener un nivel de liquidez”.
En agosto del 2011, el presidente Hugo Chávez firmó una ley que nacionaliza las actividades de explotación del oro en el país, que está destinada en parte a aumentar las reservas internacionales.
En ese mismo mes, el gobernante también ordenó la repatriación de gran parte de las reservas auríferas en el extranjero, que se completó en enero pasado con el retorno de 160 toneladas de oro valoradas en unos 9.000 millones de dólares.