Ambos fueron electos democraticamente pero no gobiernan democraticamente
¿Ricardo Martinelli similar al presidente de Venezuela, Hugo Chávez?
Es preocupante el hecho de que Ricardo Martinelli haga cosas parecidas y tenga un estilo muy similar a los del presidente de Venezuela, Hugo Chávez. Ambos fueron electos democráticamente, pero no gobiernan democráticamente. La democracia no se circunscribe solamente a elecciones, sino que es un sistema de pesos y contrapesos, y al igual que Panamá, Venezuela concentra el poder en torno al primer mandatario.
Laestrella.com.pa.- Esto no es un hecho que debe ser tomado a la ligera, pues trata de una de las principales barreras que nos alejan del desarrollo, pues son los contrapesos, por citar unos ejemplos, la Contraloría General de la República, y una Fiscalía General Electoral, lo que impide, por ejemplo, los sobreprecios y fomenta la transparencia en los fondos públicos, por una parte, y por otra, lo que previene y busca castigar el clientelismo político y el uso de los recursos del Estado en procesos electorales.
Otro ejemplo es la Asamblea Nacional, principal fiscalizador del Ejecutivo. La Asamblea aprueba la Ley de Presupuesto, ratifica directores, nombra el contralor, un magistrado del Tribunal Electoral, ratifica magistrados de la Corte Suprema y otros. Aunado a lo anterior, puede crear comisiones de investigación, al igual que citar ministros y dictarles voto de censura por el mal desempeño de sus funciones.
Tanto Chávez como Martinelli han controlado las Asambleas. Lamentablemente nuestra Asamblea es una vergüenza, pues los diputados del CD han demostrado no tener dignidad, y ser ciegos, sordos y mudos en materia de fiscalización. Pareciera una dependencia del Ejecutivo y no el primer órgano del Estado. Se trata de una aplanadora sin conciencia, creada ilegítimamente con tránsfugas y oportunistas.
No tenemos una buena representación parlamentaria y el decaimiento de este órgano del Estado, que ahora tiene en su propio patio las llamadas ‘ferias libres’, y tiene como presidente a alguien que ve la política solamente como una actividad de regalar comida, es una vergüenza continental. A estos señores solo les interesan sus beneficios. Por eso digo: ¡No a las exoneraciones y a las partidas circuitales!
Chávez en el péndulo ideológico es de Izquierda, no moderada. Martinelli de derecha, pero muchas veces se ha visto extremista y autoritario, al punto que se le puede denominar fascistoide, pues en su afán de conseguir la gloria del Estado, con metros, monumentos, o megaobras, es capaz de irrumpir en el orden constitucional, la paz social, e inclusive la vida o la dignidad de la persona.
Ambos son de corte populista y autoritario. A Martinelli le encantan los ‘manjares envenenados’, pues con la intención específica, y no por nobles causas, engaña al pueblo en su sentimiento de que por fin superaremos la pobreza. Lo cierto es que él da lo que le sobra, endeuda al país, aumentando su riqueza personal y no oculta demasiado la intención de perpetuarse en el poder.
Es autoritario pues, con el ánimo ‘de que se hagan las cosas rápido’, no le importan los valores de la democracia, los derechos humanos, la separación de poderes, la libertad de prensa y la libertad de expresión: en esto último es similar a su colega Chávez. Los extremos políticos se tocan, y por eso sus similitudes. El totalitarismo no es realmente de izquierda o de derecha; es totalitarismo. Stalin y Hitler no tuvieron ningún problema ni de firmar ‘El Pacto de Hierro’ ni tampoco en violarlo. Repito, Martinelli es autoritario, pero con cinco años más en el poder se volverá totalitario, especialmente debido al militarismo naciente, cuyos culpables son tanto él como José Raúl Mulino.
Aspiro a que Panamá sea un país desarrollado, siga siendo un país de oportunidades, y no tengamos que salir huyendo a buscar dichas oportunidades en otra parte. Sin verdadera democracia no lograremos jamás el real progreso. Quiero que en Panama exista una reducción real de la pobreza, con más oportunidades para los pobres y que fortalezcamos la clase media. No deseo un país donde la distribución de riqueza significa ‘todos pa’abajo’, como lo ha hecho Chávez. Panama requiere de alternancia y balance del poder, donde los recursos no se malgasten, sin corrupción ni sobreprecios y donde las riquezas lleguen a todos. Un país descentralizado y unido, donde la gente sea feliz.
Estoy convencido de que el pueblo panameño ha tocado fondo y de que, a partir del 2014, continuaremos con la construcción de un país estable, donde elegiremos políticos responsables y comprometidos con la Patria.
Cada pueblo tiene derecho a elegir a sus gobernantes, pero el estilo de Chávez y Martinelli no encaja en los logros históricos de Panamá, país destacado por su inteligencia, por su capacidad para el consenso, y contrario a la política ‘a la brava’ y los extremos.
En el 2014, escojamos políticos que sean moderados, de buen temperamento, conocimiento de la administración pública, con decencia y dignidad.
¡Arriba Panamá!
ABOGADO, SUBSECRETARIO NACIONAL DEL PARTIDO POPULAR.