Una cuchara escondida salva de un matrimonio forzoso
La desesperada lucha por evitar un matrimonio forzoso
Una asociación británica ayuda a jóvenes con técnicas que les ayude a denunciar que serán obligados a casarse
Captura del reportaje de Stephanie Sinclair sobre los matrimonios infantiles
AFP.- Esconder una cuchara en la ropa interior de cara a un viaje en avión ha salvado el destino al que muchas niñas y adolescentes iban encaminadas: un matrimonio forzoso.
«Cuando las víctimas potenciales llaman a nuestra organización les recomendamos que escondan una cuchara en su ropa interior. El objeto metálico escondido de esta manera, en una parte privada del cuerpo, queda señalado cuando se pasa el control y si la víctima es de unos 16 años o más, entonces es trasladada a un lugar seguro, donde tendrá la oportunidad de denunciar lo que le ocurre sin que sus padres estén presentes, que son los que quieren obligarla a casarse», explica a la agencia AFP la directora de «Karma Nirvana», Natasha Rattu.
Rattu trabaja con Jasvinder Sanghera, fundadora de la organización que creó tras escapar del matrimonio que le habían concertado sus padres. Este hecho marcó su vida y a partir del él se decidió a crear esta organización, con sede en Derby, en el centro de Inglaterra, que recibe actualmente 6.500 llamadas relacionadas con este asunto.
«Varias personas nos han llamado para contarnos cómo esta soluciónles ha permitido evitar el fatal desenlace», añade la responsable, según la agencia AFP.
Testimonios desgarradores
«Karma Nirvana» trabaja en la actualidad en los aeropuertos de Heathrow, Liverpool y Glasgow. Pronto lo hará también en el de Birmingham, con el fin de sensibilizar a las autoridades y más en la temporada de verano en la que nos encontramos ya que, según explican fuentes de esta asociación, los viajes estivales son el momento idóneo ya que el colegio no está pendiente de los jóvenes.
Esta asociación británica trata así de poner remedio a una realidad que, a día de hoy, sigue dejando miles de casos en el mundo. En concreto, según los datos aportados el pasado mes de marzo por la Organización Mundial de la Salud (OMS), cada día se producen 39.000 matrimonios infantiles. Es más, calcula que 140 millones de niñas serán casadas entre 2011 y 2020.
Por otro lado, según Unicef, en los países en desarrollo, más de 60 millones de mujeres de entre 20 y 24 años contrajeron matrimonio o vivían en pareja antes de haber cumplido 18 años. Más de 31 millones de ellas viven en Asia meridional. La cifra aumenta en en países como Bangladesh, Chad, Guinea, Malí, Níger y la República Centroafricana, donde más del 60% de las mujeres contrajeron matrimonio antes de cumplir 18 años.
Más allá de las cifras, víctimas de esta situación también han alzado su voz de cara a denunciar su situación. Una de las que más ha impactado recientemente ha sido Nada Al-Ahdal que, con sólo ocho años, lanzó un contundente mensaje a sus padres que dio la vuelta al mundo: «Adelante, casadme y me mato, tan simple como eso».
Al-Ahadal logró escapar y refugiarse en casa su tío, gracias a lo que pudo contar al mundo su historia de una forma contundente: «Yo he conseguido resolver mi problema, pero muchos niños inocentes no pueden resolver los suyos y pueden morir, suicidarse o hacer lo primero que les venga a la mente. Sólo son niños, ¿qué saben ellos?No han tenido tiempo para estudiar ni para nada».
No es el único testimonio desgarrador. «Muy joven para estar casada: el mundo secreto de las esposas niñas», fue el documental dirigido por Stephanie Sinclair y producido por el Centro Pulitzer en asociación con National Geographic. En él se expone cómo es una práctica «común a cualquier parte del mundo, no exclusiva de ninguna religión y de ninguna sociedad». Una a una se suceden las historias, como la que abre el reportaje: «Mientras tenía sexo, yo lloraba y le pedía que parase. Pero no me escuchó. Tapó mi boca con su mano; no podía respirar y lloraba, pero él me usó sin importarle y yo simplemente lloré. Tengo ocho años».
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«Cuando las víctimas potenciales llaman a nuestra organización les recomendamos que escondan una cuchara en su ropa interior. El objeto metálico escondido de esta manera, en una parte privada del cuerpo, queda señalado cuando se pasa el control y si la víctima es de unos 16 años o más, entonces es trasladada a un lugar seguro, donde tendrá la oportunidad de denunciar lo que le ocurre sin que sus padres estén presentes, que son los que quieren obligarla a casarse», explica a la agencia AFP la directora de «Karma Nirvana», Natasha Rattu.
Rattu trabaja con Jasvinder Sanghera, fundadora de la organización que creó tras escapar del matrimonio que le habían concertado sus padres. Este hecho marcó su vida y a partir del él se decidió a crear esta organización, con sede en Derby, en el centro de Inglaterra, que recibe actualmente 6.500 llamadas relacionadas con este asunto.
«Varias personas nos han llamado para contarnos cómo esta soluciónles ha permitido evitar el fatal desenlace», añade la responsable, según la agencia AFP.
Testimonios desgarradores
«Karma Nirvana» trabaja en la actualidad en los aeropuertos de Heathrow, Liverpool y Glasgow. Pronto lo hará también en el de Birmingham, con el fin de sensibilizar a las autoridades y más en la temporada de verano en la que nos encontramos ya que, según explican fuentes de esta asociación, los viajes estivales son el momento idóneo ya que el colegio no está pendiente de los jóvenes.
Esta asociación británica trata así de poner remedio a una realidad que, a día de hoy, sigue dejando miles de casos en el mundo. En concreto, según los datos aportados el pasado mes de marzo por la Organización Mundial de la Salud (OMS), cada día se producen 39.000 matrimonios infantiles. Es más, calcula que 140 millones de niñas serán casadas entre 2011 y 2020.
Por otro lado, según Unicef, en los países en desarrollo, más de 60 millones de mujeres de entre 20 y 24 años contrajeron matrimonio o vivían en pareja antes de haber cumplido 18 años. Más de 31 millones de ellas viven en Asia meridional. La cifra aumenta en en países como Bangladesh, Chad, Guinea, Malí, Níger y la República Centroafricana, donde más del 60% de las mujeres contrajeron matrimonio antes de cumplir 18 años.
Más allá de las cifras, víctimas de esta situación también han alzado su voz de cara a denunciar su situación. Una de las que más ha impactado recientemente ha sido Nada Al-Ahdal que, con sólo ocho años, lanzó un contundente mensaje a sus padres que dio la vuelta al mundo: «Adelante, casadme y me mato, tan simple como eso».
Al-Ahadal logró escapar y refugiarse en casa su tío, gracias a lo que pudo contar al mundo su historia de una forma contundente: «Yo he conseguido resolver mi problema, pero muchos niños inocentes no pueden resolver los suyos y pueden morir, suicidarse o hacer lo primero que les venga a la mente. Sólo son niños, ¿qué saben ellos?No han tenido tiempo para estudiar ni para nada».
No es el único testimonio desgarrador. «Muy joven para estar casada: el mundo secreto de las esposas niñas», fue el documental dirigido por Stephanie Sinclair y producido por el Centro Pulitzer en asociación con National Geographic. En él se expone cómo es una práctica «común a cualquier parte del mundo, no exclusiva de ninguna religión y de ninguna sociedad». Una a una se suceden las historias, como la que abre el reportaje: «Mientras tenía sexo, yo lloraba y le pedía que parase. Pero no me escuchó. Tapó mi boca con su mano; no podía respirar y lloraba, pero él me usó sin importarle y yo simplemente lloré. Tengo ocho años».
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