El diagnostico medico preliminar dice fallecio por asfixia
Murió ahogada con “pepa” de mango
Joven con discapacidad del habla dejó de existir luego que se ahogara con una "pepa" de mango. El suceso ocurrió la mañana del domingo en el sector Sucutun, en la vía que comunica Upata y San Félix.
Mi esposa, la hermana mayor de Sarah y una de mis hijas salimos a comprar un pollo para el almuerzo, como no hallamos, nos regresamos a casa; noté la ausencia de Sarah.
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Nuevaprensa.com.ve .- La víctima respondía al nombre de Sarah Isabel Fajardo Romero de 17 años de edad. Según el diagnóstico médico preliminar falleció por asfixia.
Mientras gestionaban la entrega del cuerpo sin vida, familiares en los predios del Cicpc-Guayana refirieron que Sarah, quien desde los 8 años estaba al cuido de una de sus hermanas mayores por la separación de sus padres, tenía problemas para hablar.
Relataron que el domingo, desde tempranas horas de la mañana la hermana que criaba a Sarah y a otras dos hermanitas de 11 y 14 años de edad respectivamente, les delegó que limpiaran el patio y ayudarán con los quehaceres de la humilde residencia.
Expresó el familiar, “ella le pidió sólo a las dos menores que limpiaran el patio, pero la niña de 11 años de edad luego de barrer y ver que la mudita estaba sentada tranquilamente sin hacer nada le dijo que la ayudara a botar la basura, pero ella se negó y de inmediato se fue a la casa del papá, que vive frente a nuestra casa”.
Continuó explicando que en la residencia de su padre Sarah decidió comerse un mango y al parecer, luego de disfrutar de la pulpa introdujo la semilla en su boca. Presumen que en ese momento se atragantó y en vez de solicitar ayuda o quedarse en el lugar para que su padre la auxiliara corrió hacia la casa de su hermana y se ocultó detrás de una mata de onoto.
“Mi esposa, la hermana mayor de Sarah y una de mis hijas salimos a comprar un pollo para el almuerzo, como no hallamos, nos regresamos a casa; noté la ausencia de Sarah, le dije a mi esposa y una de las niñas la buscó por el patio y pensó que se estaba escondiendo detrás de la mata de onoto, pero al verla tendida en el piso botando espuma y sangre nos llamó inmediatamente, al verificar fue que nos percatamos que estaba muerta y por eso denunciamos el caso a la policía”, expresó el hombre.
Agregó que era la cuarta vez que Sarah Isabel se ahogaba y en vez de recibir la ayuda de las personas que tenía alrededor corría desesperada, “ella solía ahogarse con la comida, pues tenía problemas en la garganta y además de ello no podía masticar, se tragaba los alimentos completos, pero siempre la salvamos porque la seguíamos, pero el domingo no estábamos y tal vez en medio de su desesperación se murió”, reveló el cuñado de la fallecida.
Familiares indicaron que le pagaban a una maestra especial para que instruyera a Sarah, octava de 11 hermanos, pero por el costo del pasaje y otros gastos prescindieron de la educación de la niña, “tenía todas las intenciones de ayudarla a que se formara pero somos una familia muy humilde y a veces no teníamos ni siquiera para comprar comida, por esta razón no fue más a la casa de la maestra especial”.
El cadáver de la menor fue trasladado a la unidad patológica del Cicpc-Guayana a fin de practicarle la necropsia de ley, que determinará las causas reales del deceso.
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Mientras gestionaban la entrega del cuerpo sin vida, familiares en los predios del Cicpc-Guayana refirieron que Sarah, quien desde los 8 años estaba al cuido de una de sus hermanas mayores por la separación de sus padres, tenía problemas para hablar.
Relataron que el domingo, desde tempranas horas de la mañana la hermana que criaba a Sarah y a otras dos hermanitas de 11 y 14 años de edad respectivamente, les delegó que limpiaran el patio y ayudarán con los quehaceres de la humilde residencia.
Expresó el familiar, “ella le pidió sólo a las dos menores que limpiaran el patio, pero la niña de 11 años de edad luego de barrer y ver que la mudita estaba sentada tranquilamente sin hacer nada le dijo que la ayudara a botar la basura, pero ella se negó y de inmediato se fue a la casa del papá, que vive frente a nuestra casa”.
Continuó explicando que en la residencia de su padre Sarah decidió comerse un mango y al parecer, luego de disfrutar de la pulpa introdujo la semilla en su boca. Presumen que en ese momento se atragantó y en vez de solicitar ayuda o quedarse en el lugar para que su padre la auxiliara corrió hacia la casa de su hermana y se ocultó detrás de una mata de onoto.
“Mi esposa, la hermana mayor de Sarah y una de mis hijas salimos a comprar un pollo para el almuerzo, como no hallamos, nos regresamos a casa; noté la ausencia de Sarah, le dije a mi esposa y una de las niñas la buscó por el patio y pensó que se estaba escondiendo detrás de la mata de onoto, pero al verla tendida en el piso botando espuma y sangre nos llamó inmediatamente, al verificar fue que nos percatamos que estaba muerta y por eso denunciamos el caso a la policía”, expresó el hombre.
Agregó que era la cuarta vez que Sarah Isabel se ahogaba y en vez de recibir la ayuda de las personas que tenía alrededor corría desesperada, “ella solía ahogarse con la comida, pues tenía problemas en la garganta y además de ello no podía masticar, se tragaba los alimentos completos, pero siempre la salvamos porque la seguíamos, pero el domingo no estábamos y tal vez en medio de su desesperación se murió”, reveló el cuñado de la fallecida.
Familiares indicaron que le pagaban a una maestra especial para que instruyera a Sarah, octava de 11 hermanos, pero por el costo del pasaje y otros gastos prescindieron de la educación de la niña, “tenía todas las intenciones de ayudarla a que se formara pero somos una familia muy humilde y a veces no teníamos ni siquiera para comprar comida, por esta razón no fue más a la casa de la maestra especial”.
El cadáver de la menor fue trasladado a la unidad patológica del Cicpc-Guayana a fin de practicarle la necropsia de ley, que determinará las causas reales del deceso.
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